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Pantera Negra y Pequeño Pantera Negra en la Selva del Terror

Los cuadernos de aventuras de ‘Pantera Negra’ (1956-1958) y ‘Pequeño Pantera Negra’ (1958-1964) transcurren en un África misteriosa, llena de lianas, gorilas y reinas de la jungla

Antes que el hijo, claro está, fue el padre. Pantera Negra es un joven extraviado en la jungla africana, recogido en 1956, ya adolescente, por unos grandes monos que le enseñan todas las mañas que la selvática existencia requiere.

Desde las aeronaves de la legendaria editorial Maga vino a caer en los bosques de la mano del guionista Pedro Quesada y del dibujante José Ortiz, quien no tardó en ser sustituido por el más vital y dinámico Miguel Quesada. Bajo el padrinazgo de estos dos hermanos vivió el más popular de los tárzánidos ibéricos sus días de mayor y perdurable gloria.

Imagen superior: nº 1 de la colección, publicado desde Valencia por la editorial Maga (15 de agosto de 1956), con guion de Pedro Quesada y dibujo de José Ortiz. El gran tarzánido ibérico es sin duda Pantera Negra, quien durante una década surcase las junglas de papel autóctonas creando un continente irreal y afortunado donde al tradicional africano acompañaba toda suerte de civilizaciones perdidas.

Imagen superior: una de las cosas que más me sorprendió de la lectura tardía de Edgar Rice Burroughs -de crío había leído algunas novelas de Tarzán aisladas- es que en todas ellas hay mezcla, anacronismo, fantasía y nulo respeto por la realidad… una lección, la de esa África soñada tan lejana por fortuna de la de verdad, que Pantera Negra aprendió bien.

Pequeño Pantera Negra toma el relevo

Tras una primera encarnación el héroe adulto, Pantera Negra fue cediendo paso a su hijo, bautizado Jorge como él y conocido en toda el África del Misterio como Pequeño Pantera Negra.

Su fama superaría con creces la del padre y le convertiría en el más célebre español que ha frecuentado las junglas del primigenio Burroughs.

Lo hizo desde 1958 hasta mediados los sesenta, llenando los kioscos carpetovetónicos de gorilas gigantes, vampiros humanos, negros caníbales, arañas colosales, fieras de toda laya. Ya saben, la cotidianeidad de cualquier tarzánido que se precie.

Imagen superior: Pequeño Pantera Negra  emprende edípico combate con el gorila gigante para librar a su madre de sus garras. Era 1958, cuando aún existían aquellas añoradas junglas hechas de mentiras y papel barato…

Es el África de Pequeño Pantera territorio soñado, paraíso de aventura de tintes oníricos donde como en el Tarzán original todo mundo fantástico encuentra asiento.

Civilizaciones perdidas de guerreros medievales, seres futuristas de platillo volante, hombres avispa, demonios con cuerno y rabo, monos blancos, trogloditas, gigantes, dinosaurios o antiguos romanos acechan tras cada selvático recoveco. Rebosando vida, inquietos, siempre dispuestos a irrumpir desde el papel en la mente del fascinado lector. Universo libre y gozoso, respetuoso con todos y cada uno de los lugares comunes del género, cartografiado con precisión por los jóvenes hermanos Quesada. Remedio del sueño, la más eficaz e imperecedera medicina que cabe catar en esta tierra…

Copyright del artículo © Pedro Porcel. Tras publicarlo previamente en El Desván del Abuelito, lo edito ahora en este nuevo desván de la revista Cualia. Reservados todos los derechos.

Pedro Porcel

Historiador de mitografías urbanas, lleva más de cuatro décadas navegando por los extensos mares de la cultura de masas. Siempre sin salir de tales aguas, ha dirigido editoriales, colaborado en diversos medios de prensa, impartido conferencias y seminarios universitarios, comisariado exposiciones, ejercido de documentalista en programas televisivos y escrito libros, con el propósito de cartografiar el territorio infinito de la ficción popular.
Ha firmado en solitario libros como ‘Clásicos en Jauja’, premio Romano Calizzi al mejor estudio teórico, ‘Tragados por el abismo’, la historieta de aventuras en España que le valdría el XXXV Premio Diario de Avisos, o ‘Superhombres Ibéricos’. Coautor de 'Karpa' y de 'Historia del tebeo valenciano', sus colaboraciones se extienden a muchos otros títulos, entre ellos ‘Bolsilibro & Cinema Bis’, ‘La bestia en la pantalla: Aleister Crowley y el cine fantástico’, las antologías sobre el cine fantástico español, británico e italiano editadas por la revista 'Quatermass', o los libros publicados por Cinefanía Cine Pulp, Shock TV, Monstruos y Weird Western. Revistas heterodoxas como '2000 maníacos', la argentina 'Cineficción' o 'Mondo Brutto' son otros tantos lugares donde ha encontrado acomodo duradero y confortable. Durante más de seis años su refugio en la red ha sido la página 'El Desván del Abuelito'.
Biografía e imagen © Desfiladero Ediciones.