«Antes requetemuerta que sencilla» podría ser el lema de esta novela: poned un poco de Los ricos también lloran, ¿Qué fue de Baby Jane?, Misery, Luz que agoniza, Un cuento de Navidad, La pantera rosa y El imperio de los sentidos, y el cóctel resultante será la mitad de sabroso que La mujer soviética, de Dany Salvatierra. Si fuera una peli de Almodóvar se titularía Revolver.
Ya hacía tiempo que la literatura peruana se merecía un poco de excesos y glamour: Salvatierra es como un sobrino travieso de Oswaldo Reynoso ‒el gran autor peruano a descubrir por Europa‒ que prefiere citar a Bárbara Mori que a Sartre. ¡Afortunadamente!
Su heroína, una diva limeña de las telenovelas latinas, es capaz de soltar crueldades que harían sonrojar a Ricky Gervais, porque sólo una diva puede permitirse lanzar mierda de tal calibre y salir indemne: «Yo no soy de esas actrices que se comen la refrigeradora entera mientras esperan a que les llueva algún papel secundario» es lo más comedido que sale de sus labios.
Por el camino de su decadencia, aparecerán las constantes folletinescas con un giro posmoderno propio de quienes encontramos más traumas en la ficción que en lo real ‒o de quienes preferimos refugiarnos en lo ficticio de la traumática realidad‒: la hija abandonada, el galán que fue su fan, la chacha no tan fiel, la madre y su fantasma, algún que otro espectro añadido, más de un espía no tan frío en su guerra y hasta elementos de ciencia ficción.
Es como si la amenaza en la sombra de las intrigas televisivas, que por lo general acaba teniendo explicación racional, aquí se decantara por la justificación más imposible posible.
Todo ello envuelto en situaciones extremas y desmesuradas que parecen todavía más artificiosas que las propias del género parodiado/homenajeado: hasta el punto de que en muchas de esas situaciones encajan frases, reacciones y actitudes extraídas de cada uno de los culebrones que hicieran célebre a su protagonista.
Y encima, la señora nos enseña con todo lujo de detalle cuáles son los tres olores básicos del sobaco masculino.
Y con Sarita en portada.
Usted quiere un show: La mujer soviética tiene un show.
Sinopsis
Una cautivante novela protagonizada por una diva en decadencia
Con una estética a medio camino entre el melodrama, las novelas de Manuel Puig y los thrillers policiales, Dany Salvatierra nos presenta una cautivante novela en tres actos protagonizada por una diva en decadencia.
Jacqueline Metalius es una leyenda viva de las telenovelas latinoamericanas. Arrolladora, indómita y de carácter volcánico, decidió enfocarse en su carrera antes que en su vida personal. Un día, en medio de las grabaciones de su más reciente producción en Miami, recibe un mensaje anónimo de quien parece ser su difunta madre, asegurándole que no está muerta. A partir de entonces, se verá atrapada en una red de espionaje internacional que la traerá de vuelta, después de cuarenta años, a Lima, su ciudad natal, donde los cadáveres regresarán de sus tumbas para desenmascarar los más oscuros y terribles secretos
Dany Salvatierra (Lima, 1980). Egresado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima, donde se especializó en Cine. Se ha desempeñado como artista gráfico, director de arte, profesor de idiomas, traductor, intérprete y DJ. Es autor de la colección de cuentos Terapia de grupo (2010) y de las novelas El síndrome de Berlín (Premio Luces 2012) y Eléctrico ardor (2014). Participó en el libro de crónicas policiales Matar en Lima (2019).
Ha sido señalado como uno de los mejores narradores de su generación en las antologías Selección peruana 2000-2010 y El cuento peruano 2001-2010. Sus textos de ficción y ensayos de opinión han aparecido en publicaciones de habla inglesa como The Portable Museum, The Buenos Aires Review y Hello Mr.
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