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«El romance de dos mundos» (1886), de Marie Corelli

Marie Corelli fue quizás la novelista británica más popular del cambio de siglo. Sus libros se vendieron, con diferencia, mucho más que los de H.G. Wells o Arthur Conan Doyle.

La crítica fue demoledora con su estilo melodramático y exageradamente emocional, pero eso no tuvo el menor efecto sobre su éxito de ventas: en 1906, cada uno de sus títulos vendía 100.000 copias al año, y entre sus admiradores se encontraban los miembros de la familia real inglesa o Winston Churchill. La evolución del gusto popular ha hecho que hoy su nombre haya pasado al olvido, quizá porque el género que cultivaba –o que inventó–, los relatos románticos con elementos místicos y fantásticos, ya no goza del favor del público.

Se trata de la primera obra de su autora, una narración un tanto chapucera y apresurada, pero que en su día fue inmensamente famosa y que está considerada la mejor de su autora. La protagonista, que narra la historia en primera persona, sufre de una enfermedad degenerativa que le provoca depresiones y deseos de suicidio. Mientras se toma unas vacaciones para reposar conoce a su ángel guardián, Heliobas, un extraño ser que se dedica a experimentar con la electricidad y que la acompaña, utilizando una variante mística de esa energía, a un viaje alrededor del sistema solar. Visitan sociedades ideales con una profunda vida espiritual en Saturno, Venus y Júpiter. Finalmente, la chica acaba entendiendo la esencia de la religión y el secreto del destino de la Humanidad.

Probablemente, en las inclinaciones místico–religiosas de Marie Corelli tuviera algo que ver su condición de hija ilegítima de un médico y su doncella y que a los once años fuera enviada a un convento parisino, donde permanecería cuatro años internada antes de regresar a Inglaterra. A caballo entre las dos corrientes de pensamiento de su época, los cientifistas y los que aún se aferraban a las interpretaciones rígidas de la Biblia, Marie intentó tender un puente entre ambos. Así, aunque el tono de la novela es claramente religioso, intenta conciliar lo sobrenatural con la ciencia, introduciendo elementos como la electricidad, la energía solar o la estructura del átomo. Corelli creía que el alma era esencialmente eléctrica y el cielo un gran círculo eléctrico… Su cristianismo era igualmente poco ortodoxo, contemplando conceptos como la reencarnación, la proyección astral y una visión panteista de la religión.

El éxito de esta novela sorprendió a todo el mundo. Su «Principio Eléctrico del Cristianismo», incluido en el texto y presentado como un hecho cierto y probado y su mezcla ecléctica de cristianismo, misticismo pagano y ocultismo, generó un auténtico culto entre los más variopintos seguidores, desde los primeros adeptos a la filosofía New Age hasta los rosacruces.

Los críticos pulverizaron a la escritora con comentarios como «una mujer de talento deplorable que se cree un genio y que es aceptada como tal por un público a cuyo sentimentalismo proporciona un escenario glamuroso»; o «la imaginación de Poe con […] la mentalidad de una enfermera»

El éxito de Un romance de dos mundos propició, como podía esperarse, dos novelas más protagonizadas por el ángel Heliobas: Ardath: the Store of a Dead Self (que incluye un viaje al pasado de la Tierra, al 5.000 a.C.) y The Soul of Lilith. Un libro más, The Life Everlasting, fue la verdadera continuación de Romance of Two Worlds, al retomar a la protagonista para hacerla vivir una nueva historia de amor.

El romance de dos mundos es una obra que aúna elementos de ciencia ficción, fantasía y ocultismo. Contiene aventura, feminismo, una historia de amor y algo de misterio, integrados en un tema tan antiguo como el hombre: la búsqueda espiritual de respuestas que el mundo terrenal no puede aportar. Aunque el libro pueda estar caduco para los estándares contemporáneos, su interés radica, precisamente, en la distancia cultural que evoca.

Copyright del artículo © Manuel Rodríguez Yagüe. Publicado previamente en Un universo de ciencia ficción y editado en Cualia con permiso del autor. Reservados todos los derechos. 

Manuel Rodríguez Yagüe

Como divulgador, Manuel Rodríguez Yagüe ha seguido una amplia trayectoria en distintas publicaciones digitales, relacionadas con temas tan diversos como los viajes ("De viajes, tesoros y aventuras"), el cómic ("Un universo de viñetas"), la ciencia-ficción ("Un universo de ciencia ficción") y las ciencias y humanidades ("Saber si ocupa lugar"). Colabora en el podcast "Los Retronautas".