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El corte de pelo del diablo y Stagger Lee

The Devil’s Haircut es una de las mejores canciones de Beck. La grabó en 1996 con la ayuda de los Dust Brothers en la mesa de mezclas. Está fabricada con un montón de influencias, que se superponen en las pistas. Una de las más perceptibles es la canción de Them (el gupo de Van MorrisonI Can Only Give You Anything, pero también hay fragmentos de temas de James Brown o la batería de Bernard Purdie.

Las influencias continúan en el vídeo promocional, en el que es fácil reconocer dos grandes películas: Cowboy de medianoche y Los 400 golpes, de Truffaut.

Es curioso porque el efrecto de zoom del final de Los 400 golpes, que se imita en el vídeo de Beck fue fruto de un error, pues Truffaut no grabó tomas alternativas para mostrar un primer plano de su protagonista, así que tuvo que trucarlo en montaje. Yo recuerdo haber trabajado con aquello que entonces en España se llamaba precisamente «la truca», que era un método casi tan simple y primitivo como hacer collages con papeles recortados.

La especie de zoom al rostro de Antoine Doinel que hace Truffaut resultó con mucho grano, precisamente porque al aumentar el tamaño se perdía inevitablemente definición. Y sin embargo, es un efecto poderosísimo, que fue para el gran montador Walter Murch una de las grandes influencias de su vida.

La letra es muy extraña, llena de frases entrecortadas de difícil interpretación, al estilo de muchos temas de Bob Dylan. Además, hay varias versiones de la letra en cada una de sus versiones. No sé si la que pongo a continuación es la misma del vídeo:

Something’s wrong ‘cause my mind is fading
And everywhere I look there’s a dead end waiting
Temperatures dropping at the rotten oasis
Stealing kisses from the leperous faces

Heads are hanging from the garbage man trees
Mouthwash, jukebox, gasoline
Pistols are pointing at a poor man’s pockets
Smilin’ eyes whippin’ out of their sockets
Got a devil’s haircut in my mind
Got a devil’s haircut in my mind
Got a devil’s haircut in my mind
Got a devil’s haircut in my mind

Love machines on the sympathy crutches
Discount orgies on the dropout buses
Hitching a ride with the bleeding noses
Coming to town with the briefcase blues
Got a devil’s haircut in my mind
Got a devil’s haircut in my mind
Got a devil’s haircut in my mind
Got a devil’s haircut in my mind

Something’s wrong ‘cause my mind is fading
Ghettoblasting, disentegrating
Rock and roll, know what I’m saying?
And everywhere I look there’s a devil waiting
Got a devil’s haircut in my mind
Got a devil’s haircut in my mind
Got a devil’s haircut in my mind
Got a devil’s haircut in my mind

Got a devil’s haircut in my mind!
Got a devil’s haircut in my mind!
Devil’s haircut in my mind!

El propio Beck dijo que la canción era una especie de actualización del clásico Stagger Lee, que han interpretado decenas de cantantes, incluido el propio Beck, que la grabó en un estilo muy antiguo, lento, semejante al de sus compositores originales.

La canción se remonta ni más ni menos que al siglo XIX (1895) y trata del asesino convicto Stagger Lee, que murió en la cárcel hacia 1912.

Stagger Lee mató a un amigo tras una discusión, tal vez causada porque el amigo le había ganado a los dados el sombrero, como se cuenta en la canción.

La versión de Misssissipi John Hurt en 1928 marcó el estándar que desde entonces se imitó.

Sin embargo, las variaciones a veces son tremendas, como en la velocísima de como Lloyd Price, el intérprete de la más inolvidable versión de Personality.

La versión de Lloyd Price tuvo que volver a grabarse censurada, pero siguió vendiéndose en sus dos versiones y la no censurada alcanzó el número 1 en las listas de ventas.

The night was clear, and the moon was yellow
And the leaves came tumblin’ down. . .

I was standin’ on the corner
When I heard my bull dog bark.
He was barkin’ at the two men
Who were gamblin’ in the dark.

It was Stagger Lee and Billy,
Two men who gambled late.
Stagger lee threw a seven,
Billy swore that he threw eight.

«Stagger Lee,» said Billy,
«I can’t let you go with that.
«You have won all my money,
«And my brand-new Stetson hat.»

Stagger Lee went home
And he got his .44.
He said, «I’m goin’ to the ballroom
«Just to pay that debt I owe.»

Go, Stagger Lee

Stagger Lee went to the ballroom
And he strolled across the ballroom floor.
He said «You did me wrong, Billy.»
And he pulled his .44.

«Stagger Lee,» said Billy,
«Oh, please don’t take my life!
«I’ve got three hungry children,
«And a very sickly wife.»

Stagger Lee shot Billy
Oh, he shot that poor boy so hard
That a bullet went through Billy
And broke the bartender’s bar.

Go, Stagger Lee, go, Stagger Lee!
Go, Stagger Lee, go, Stagger Lee!

Stagger Lee es sin duda una de las canciones más estudiadas e interpretadas. Alguien ha contado al menos 420 versiones y hay ensayos en los que se analizan decenas de asuntos interesantes relacionados con la canción y el personaje de Stagger Lee, por ejemplo, hay un ensayo muy interesante acerca del mensaje oculto que esconde la versión de Lloyd Price.

Imagen superior: Misssissipi John Hurt.

Puedes leer estos artículos en The Stagger Lee Files: Exploring and Decoding the Legend of the Black Badman Known as Stagger Lee.

Copyright del artículo © Daniel Tubau. Reservados todos los derechos.

Daniel Tubau

Daniel Tubau inició su carrera como escritor con el cuento de terror «Los últimos de Yiddi». Le siguieron otros cuentos de terror y libro-juegos hipertextuales, como 'La espada mágica', antes de convertirse en guionista y director, trabajando en decenas de programas y series. Tras estudiar Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, regresó a la literatura y el ensayo con libros como 'Elogio de la infidelidad' o la antología imaginaria de ciencia ficción 'Recuerdos de la era analógica'. También es autor de 'La verdadera historia de las sociedades secretas', el ensayo acerca de la identidad 'Nada es lo que es', y 'No tan elemental: como ser Sherlock Holmes'.
Sus últimos libros son 'El arte del engaño', sobre la estrategia china; 'Maldita Helena', dedicado a la mujer que lanzo mil barcos contra Troya; 'Cómo triunfar en cualquier discusión', un diccionario para polemistas selectos. Además, ha publicado cuatro libros acerca de narrativa audiovisual y creatividad: 'Las paradojas del guionista', 'El guión del siglo 21', 'El espectador es el protagonista' y 'La musa en el laboratorio'.
Su último libro es 'Sabios ignorantes y felices, lo que los antiguos escépticos nos enseñan', dedicado a una de las tendencias filosóficas más influyentes a lo largo de la historia, pero casi siempre ignorada o silenciada. A este libro ha dedicado una página que se ha convertido en referencia indispensable acerca del escepticismo: 'Sabios ignorantes y felices'.
En la actualidad sigue escribiendo libros y guiones, además de dar cursos de guión, literatura y creatividad en España y América.