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«La tierra despierta (Primera Guerra Fórmica 3)», de Orson Scott Card y Aaron Johnston

Escrita por Orson Scott Card y Aaron Johnston, esta novela se publicó en 2014, completando una trilogía diseñada para funcionar como precuela de El juego de Ender.

Con Orson Scott Card me pasa lo mismo que con otras vacas sagradas de la ciencia-ficción. Aunque el libro no sea de primera categoría, su autor siempre despierta curiosidad. Y en ocasiones la novela (en este caso, La tierra despierta) justifica ese interés.

Recapitulemos. La saga que nos ocupa comenzó con La tierra desprevenida, ambientada un siglo antes del nacimiento de Ender, y con el foco narrativo puesto en esa invasión extraterrestre que comenzaba en el Cinturón de Kuiper. La tierra en llamas, segundo volumen de la trilogía, desarrollaba de forma dramática la amenaza de los fórmicos, esa raza de insectos con endoesqueleto, jerarquizados a la manera de las hormigas y dotados de una mente-colmena.

Llegamos por fin a la conclusión de esta serie de libros, y nos reencontramos aquí con varios de los personajes de entregas anteriores. Por ejemplo, Victor Delgado, aquel joven mecánico que trabajaba con su clan en la nave minera La Cavadora y que, a duras penas, sobrevivió al primer ataque de los fórmicos; Mazer Rackham, el carismático oficial de operaciones maorí; el veterano Wit O’Toole, y por supuesto, la oficial Imala Bootstamp, uno de los personajes preferidos por los lectores de la saga.

Como su título indica, La tierra despierta nos sitúa en plena lucha contra los fórmicos. Parte de la acción, acaso la más decisiva para lo que vendrá después, se sitúa en China, donde los esfuerzos por contener la agresión extraterrestre se deslindan dramáticamente de los del resto de la humanidad.

Conscientes de las preferencias del público actual, Orson Scott Card y Aaron Johnston optan por reforzar el dinamismo de esta space opera, dejando que los detalles ‒digámoslo así‒ «filosóficos» no interrumpan el curso de la acción.

En este sentido, la novela contribuye a enriquecer la mitología y la complejidad interna del Enderverso sin perder el rumbo. En el fondo, esta es una aventura bélica en el sentido más tradicional, y por consiguiente, las emociones se centran en la épica del combate y en el riesgo físico y mental que corre cada personaje. No me cabe duda de que los seguidores de Orson Scott Card quedarán satisfechos con el resultado.

Sinopsis

La tierra despierta es el cierre de la trilogía «Primera Guerra Fórmica», precuela de la «Saga Ender» de Orson Scott Card.

Ambientada cien años antes de los sucesos acontecidos en la «Saga Ender», la nave alienígena gritó a través del sistema solar, interrumpiendo las comunicaciones entre los barcos mineros humanos y la Tierra. Comenzaron a aterrizar equipos de fórmicos en China. Millones de personas estaban muriendo y el planeta podría perderse. Pero en China, el escuadrón de Mazer Rackham ha desarrollado un método para destruir los módulos de aterrizaje alienígenas; y en Luna Lem Jukes y su tripulación podrían tener la clave para destruir la nave madre…

Orson Scott Card obtuvo el premio Hugo 1986 y el Nebula 1985 con El juego de Ender, cuya continuación, La voz de los muertos, consiguió de nuevo dichos premios, siendo la primera vez en toda la historia de la ciencia ficción que un autor los obtenía dos años consecutivos. La seriecontinuó con Ender el xenocidaHijos de la menteGuerra de regalos y Ender en el exilio. En 1999 apareció un nuevo título, La sombra de Ender, seguido por La sombra de EgemónMarionetas de la sombraLa sombra del gigante y Sombras en fuga. También han sido un gran éxito su serie sobre Alvin Maker, el Hacedor, iniciada con El séptimo hijo, y la llamada Saga del Retorno, iniciada con La memoria de la tierra.

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Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.