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«Reflejos del Edén», de Biruté M. F. Galdikas

Jean Jacques Rousseau le debe el imaginario occidental la efigie del noble salvaje, libre y solitario. El árbol genealógico que los grandes simios nos depara estampas similares. Impresiona, en este aspecto, la presencia selvática del orangután, ese vagabundo pelirrojo que, durante sus primeros meses de vida, resulta tierno y conmovedor, pero que luego crece, para convertirse en un individuo formidable, de fuerza colosal.

Como reza el título de sus memorias, Biruté M. F. Galdikas describe a los orangutanes como los herederos del Edén: en este caso, el paraíso bien podría ser la floresta de Kalimantán, en Borneo, donde Galdikas ubicó su centro de investigación en noviembre de 1971.

Entre los amantes de la naturaleza, la primatóloga es conocida como la tercera en el trío de las Leakey’s Angels: las pupilas del viejo arqueólogo y naturalista Louis Leakey –las otras dos fueron la experta en chimpancés Jane Goodall y la malograda defensora de los gorilas Dian Fossey–. A diferencia de sus dos famosas colegas, Galdikas ha basado parte de su trabajo en la rehabilitación de crías huérfanas, a las que ha mantenido a salvo en su campamento con el propósito de reinsertarlas en su hábitat.

Dicha práctica, aunque discutida por algunos científicos (incluida la mismísima Fossey), ha sido el único recurso que le ha quedado a la investigadora para salvar a esta magnífica bestia, acosada por los furtivos e inexorablemente desplazada por los agricultores y por las compañías madereras.

En este sentido, el libro que hoy nos ocupa, Reflejos del Edén, es, además de una crónica personal, el relato de un salvamento: el de esos excautivos y huérfanos colorados que se han ido aferrando –literalmente– a la estudiosa a lo largo de cuarenta años.

A decir verdad, la edición de este soberbio libro es una gran noticia para todos los aficionados a la vida salvaje. Después de leer algunos párrafos entrecomillados de esta obra en el ensayo Bellas y Bestias. El papel de las mujeres en los estudios sobre primates (Ateles, 2002), siempre pensé que estas memorias debían llegar al lector hispanohablante. Gracias a la editorial Pepitas de Calabaza, ese deseo ya es un hecho.

Reflejos del Edén es un testimonio apasionante, en el que los grandes acontecimientos en la vida de Galdikas –su matrimonio con Rod Brindamour, sus primeros años en el Parque Nacional de Tanjung Puting, los cuidados maternales que dio a Sugito, la primera cría a su cuidado…– adquieren las dimensiones de un melodrama, en el que, por otra parte, no faltan los detalles de una profunda investigación de campo.

Dicen los expertos que el gran enigma del orangután es su enorme inteligencia, una virtud que, en términos prácticos, malgastan con un estilo de vida menos sociable –al menos en apariencia– que el de los chimpancés o el de los bonobos. Ese misterio biológico preside estas páginas, en las que Galdikas describe su mística conexión con estos maravillosos animales.

El libro nos brinda reveladoras opiniones sobre LeakeyGoodall y Fossey, así como detalles de la vida privada de la autora: su embarazo, una historia de infidelidad que arruinó su pareja, su segundo matrimonio con el dayako Pak Bohap

¿Y qué decir de su entrañable familiaridad con los orangutanes? «No dudo –escribe Galdikas– de que hay investigadores de campo que se mantienen distantes e indiferentes a sus sujetos; he conocido algunos. Sin embargo, la mayoría de las personas que estudian una única especie o una población concreta durante cierto tiempo terminan enamorados de sus sujetos. Así sucede, especialmente, cuando la investigación se realiza en primates, que son tan parecidos a nosotros.»

Sin duda, es éste un libro imprescindible, que apasionará por igual a los estudiosos del comportamiento animal y a cualquier lector con sensibilidad ecológica.

Sinopsis

«Se trata de un libro inolvidable, obra de una mujer asombrosa. La poesía de su prosa, entreverada con meticulosas observaciones científicas, nos transporta al universo primigenio del bosque tropical indonesio en busca del escurridizo orangután. Aprendemos a compartir el amor de Biruté por estos simios pelirrojos tan curiosamente solitarios, y sufrimos con ella al ver cómo la codicia humana destruye poco a poco y sin remisión su hogar ancestral en la selva. Y también descubrimos cómo el sistema de valores del pueblo aborigen al que ha acabado por amar puede impregnar poco a poco la mente occidental. Si lee Reflejos del Edén, se verá transportado a otro mundo. Y no lo olvidará». —Jane Goodall, autora de En la senda del hombre

«Una historia fascinante narrada por una mujer extraordinaria, Reflejos del Edén celebra la dedicación a uno de los proyectos científicos más importantes del siglo. De lectura obligada para los amantes de los animales y del mundo natural». —Elizabeth Marshall Thomas, autora de La vida oculta de los perros

«Cautivador […]. Gracias a su labor y a la de otros que se adhirieron a ella, hoy entendemos mucho más sobre estos animales. Su descripción, bellamente narrada, muestra el placer y el valor de establecer contactos con otra especie». —The New Yorker

«Fascinante… una obra de una importancia trascendental». —Norman Lear

En Reflejos del EdénBiruté Galdikas nos desvela los primeros veinte años de su vida entre los orangutanes de Borneo. Quien fuera el «tercer ángel» de Louis Leakey se acercó a estos escurridizos simios pelirrojos como nadie lo había hecho hasta entonces. Los estudió y los protegió, dos tareas con las que sigue comprometida en la actualidad, más de cuarenta años después de su llegada a la región sur de Kalimantan. Y con su labor científica y conservacionista, Galdikas complementó la invesigación que sobre los grandes primates estaban realizando las otras dos protegidas de LeakeyJane Goodall, cuyo nombre se ha unido para siempre a los chimpancés, y Dian Fossey, que vivió y murió entre los gorilas de montaña africanos.

En 1971, con veinticinco años, Galdikas abandonó los plácidos ámbitos universitarios estadounidenses y se trasladó a las remotas junglas de Borneo, en Indonesia. A la vez que vivía en un improvisado campamento con su marido, se convirtió en la madre suplente de una «familia» de orangutanes que hasta entonces habían estado cautivos. Poco a poco, además, fue adaptándose a sanguijuelas y enjambres de insectos carnívoros, así como a la constante humedad que pudrió sus posesiones antes de transcurrido su primer año de estancia. Su primer hijo pasó sus primeros años de vida en Campo Leakey con orangutanes adoptivos como únicos compañeros de juego.

Los orangutanes salvajes a los que estudió Galdikas y los excautivos a los que rehabilitó se convirtieron en un clan familiar de personajes no menos variopinto que sus compañeros humanos.

Cronista pionera del ciclo vital de los orangutanes, Galdikas también nos habla de las crecientes amenazas que los acechan: los conflictos con cazadores furtivos y leñadores, el tráfico ilícito de orangutanes bebés o las frustraciones a causa de la burocracia oficial. Su relato es una inusitada combinación de epifanía personal, descubrimientos científicos decisivos e impacto internacional. En suma, una vida llena de retos humanos y medioambientales.

Reflejos del Edén es el tercer acto de un drama que ha fascinado al mundo entero: la historia de una primatóloga pionera, una destacada figura mundial en la protección del medio ambiente y una mujer sensacional.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de sinopsis e imágenes © Pepitas de Calabaza. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.