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«Misericordia auxiliar» (Imperial Radch 3), de Ann Leckie

Siempre que llegamos al desenlace de una trilogía, llega también el momento de hacer balance. Este caso, por otro lado, es lo suficientemente peculiar como para que nos detengamos en el perfil de su autora.

Misericoria auxiliar es el volumen final de la saga Imperial Radch. Su creadora, Ann Leckie, debutó literariamente en 2013 con la primera entrega de esta serie, Justicia auxiliar.

A diferencia de tantos otros escritores que tardan años en obtener reconocimiento, Leckie subió los peldaños de la popularidad de un salto. Justicia auxiliar es un libro magnífico que obtuvo ‒ahí es nada‒ los premios Hugo, Nebula, Arthur C. Clarke y BSFA. Como es lógico, ese prestigio se extendiende a las secuelas. Así, tanto Espada auxiliar como Misericordia auxiliar fueron reconocidas con sendos premios Locus.

Quizá haya otros géneros literarios donde un galardón no tenga mucho significado para el lector, pero créanme, en el ámbito de la ciencia-ficción, que una obra sea reconocida con un Hugo o un Nebula son palabras mayores, y en cierto modo, viene a ser una garantía de calidad.

Desde el punto de vista editorial, el de Ann Leckie es un típico ejemplo de persistencia. Siempre fue una aficionada a la literatura de anticipación, pero aunque de joven le consagró mucho tiempo y empeño, no logró convertirse en escritora profesional. Los años pasaron, se dedicó a otros oficios y al cuidado de sus hijos, y un día, quizá por puro aburrimiento o con la idea secreta de recuperar antiguos sueños, decidió apuntarse al taller literario de Octavia E. Butler, toda una celebridad en el ámbito de la ciencia-ficción gracias a títulos como AmanecerImago y Ritos de madurez.

Aquel fue un giro decisivo. Leckie concluyó la redacción de Justicia auxiliar, y de ahí en adelante, las editoriales y las revistas especializadas ‒donde publicó numerosos relatos‒ le abrieron sus puertas de par en par.

La saga a la que pertenece Misericordia auxiliar es una space opera protagonizada por un personaje de varias capas: la soldado Breq, antigua auxiliar de la nave Justicia de Toren, un crucero espacial de enorme poderío, puesto al servicio de un imperio galáctico, el Radch. Además, Breq es lo último que queda de la conciencia de esa nave, de la que en otro tiempo formó parte.

Les aclaro que el concepto de identidades múltiples ‒elegidas o no‒ gravita sobre la trama de los tres libros. En el caso del volumen que nos ocupa, la Lord del Radch, Anaander Mianaai, se bifurca en varios planos de identidad ‒distintos clones a partir de una sola conciencia‒. Y estas identidades se enfrentan entre sí, generando un escenario bélico en el que Breq, como capitana de flota nombrada por una de las facciones de la soberana, debe tomar sus decisiones más cruciales.

El conflicto propuesto por Leckie tiene un gran alcance, y su acción es trepidante, pero no es el único atractivo del libro. Buena parte del éxito de esta trilogía se debe a otros detalles igual de apreciables: una completa mitología, la construcción de una intrincada sociedad femenina y el inteligente desarrollo de un puñado de subtramas que aporta riqueza al relato principal.

Sinopsis

El esperado desenlace de la trilogía superventas del New York Times: «Espada Auxiliar». El debut más exitoso de los últimos años, galardonado con todos los grandes premios de género: Hugo, Nebula, Arthur C. Clarke, Locus y BSFA.

Todo parecía estar bajo control para Breq hasta que, en una expedición en los suburbios de la Estación Althoek, encuentra a un auxiliar de nave escondido del Imperio del Radch durante millones de años. Mientras tanto un mensajero del misterioso Imperio Presger aterriza al mismo tiempo que su peor enemigo, Anaander Mianaai.

Breq podría coger su nave y huir pero dejaría a la población de Athoek en peligro…

Afortunadamente, tiene un plan mejor.

Ann Leckie, lectora de ciencia ficción desde niña, sorprendió en 2013 con la publicación de Justicia auxiliar, una space opera de una perfecta desconocida que ha ganado, entre otros, los tres mayores premios del género ‒Hugo, Nebula y Arthur C. Clarke‒, dando nuevo vigor a la ciencia ficción en clave femenina, un género tradicionalmente dominado por los autores hombres.

Antes de dedicarse a la escritura, Leckie trabajó como camarera y recepcionista, al tiempo que empezaba a publicar relatos en webs de ciencia ficción en lengua inglesa. Ha sido exsecretaria de la Unión de Escritores de Ciencia Ficción de Estados Unidos y vive en San Luis (Misuri), con su esposo, sus hijos y varios gatos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.