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Las diez películas más calurosas de la historia del cine

El calor aprieta, e incluso ahoga. En un verano tórrido, el espectador más masoquista recordará con placer las películas en las que el bochorno es un elemento clave y definitorio. Las emociones más primarias del ser humano se desatan, el clima se pone en contra nuestra y los helados chorrean.

Con el sol ardiendo, hemos preparado una lista con diez de las películas más calurosas de la historia. Como buena clasificación, en ésta también habrá graves olvidos y menciones irrelevantes.

Fuego en el cuerpo (Lawrence Kasdan, 1981)

La sobredosis de calor es el tema principal de la película, tanto el climático como el orgánico. Se trata de un homenaje de Kasdan al cine negro clásico del estilo de películas como Perdición. La mujer fatal es en esta ocasión una Kathleen Turner de físico incendiario (antes de su repentino deterioro) y morbo inacabable. Esta malvada, que dice tener una temperatura corporal constante por encima de la media humana, se las arregla para liar a un pringado (William Hurt) para, cómo no, matar a su acaudalado esposo. Las escenas de “amor” son tan calurosas como la atmósfera general del film, que transcurre en Florida, durante el verano.

La gata sobre el tejado de zinc (Richard Brooks, 1958)

Basada en la pieza teatral de Tennessee Williams premiada con el Pulitzer, esta obra es representativa de un nuevo tipo de drama que surgió en la década de los cincuenta. Personajes atormentados, oscuras movidas familiares y mucho alcohol para una historia sofocante, sobre todo en lo psicológico. El título lo dice todo, y el supuesto calor ambiental hace que tanto Paul Newman como Liz Taylor lleven escuetas vestimentas, para alegría del reprimido público de la época.

Lawrence de Arabia (David Lean, 1962)

Epopeya romántica (en el significado correcto de ese adjetivo) sobre la vida y obra de T.E. Lawrence. Es inimitable el modo en que Lean retrató la grandiosidad de un desierto que con nadie es clemente. Peter O´Toole hace que sintamos todo el calor y desesperación de aquel que osa cruzar los kilómetros y kilómetros de arena candente, un terreno que parece mezclarse con el cielo deslumbrante. Un clásico imprescindible.

El perro rabioso (Akira Kurosawa, 1959)

El sensei Kurosawa demuestra que es capaz de abordar cualquier género con este intenso policiaco. Toshiro Mifune interpreta a un atribulado policía al que le roban el arma (antecedente claro de Acero Azul de Kathryn Bigelow). La película transcurre en el Tokio de la posguerra, durante una ola de calor. Los personajes hacen notar este agobio térmico, moviéndose con dificultad y sudando a chorros. A destacar la escena en la que unas bailarinas amontonadas en el camerino se abanican desesperadamente. Para sudar la gota gorda.

El coloso en llamas (John Guillermin e Irwin Allen, 1974)

Una de las mejores películas del flojo subgénero de catástrofes. Antes de los trágicos atentados del 11-S, los estadounidenses fantasearon con un rascacielos, símbolo fálico del poder, que pasaba de ser un orgullo a una pesadilla. Repleta de estrellas (desde William Holden a Fred Astaire), el film narra cómo se prende una de estas construcciones por culpa de una instalación eléctrica de baratillo. Paul Newman vuelve a sudar a chorros mientras intenta huir de las llamas que el jefe de bomberos Steve McQueen procura apagar, en un film con más tensión de la acostumbrada en el género de aquella época. La cinta se anima con la presencia de figuras pop como O.J. SimpsonRichard ChamberlainJoan Collins o Robert Wagner.

Depredador (1 y 2) (John McTiernan, 1987 / Stephen Hopkins, 1990)

Una raza alienígena tiene a la Tierra como coto de caza. Guiados por una visión térmica, suelen cazar en zonas conflictivas y durante las olas de calor. En la extraordinaria película de John McTiernan, un comando de rudos madelmanes capitaneados por Arnold era esquilmado como si fueran los corzos de un terrateniente. El área de caza es una caldeada selva de Sudamérica. El bárbaro enfrentamiento final entre el único superviviente (imaginen quién) y el monstruo interplanetario se ha convertido en un clásico.

La secuela vuelve a repetir la misma historia, pero ambientándose esta vez en la futurista (en aquel año) ciudad de Los Angeles de 1997. Una ola de calor, agravada por el agujero en la capa de ozono, asola la urbe. Para más INRI, la policía y las distintas bandas de narcos han sumido la ciudad en una violenta guerra. Danny Glover, un rudo policía, se enfrentará a otra de estas criaturas. Al final de la película, nos enteramos que esta raza lleva siglos visitándonos, que cazan todo tipo de peligrosas criaturas (hasta los de la saga de Alien) y que tienen unos códigos morales de los que podríamos aprender los humanos.

Haz lo que debas (Spike Lee, 1989)

Durante el día más caluroso del año, los ánimos se exaltan y las tensiones raciales terminan por explotar de forma violenta. La película que lanzó al estrellato a Spike Lee es su obra más visceral y discutible. ¿Un alegato antirracista o una película que fomenta la violencia interracial? En todo caso, un buen film de excelente ritmo, en el que los pequeños detalles se van haciendo grandes y un radiocassette puede llegar a iniciar violentos disturbios. Grandes interpretaciones de actores como Danny AielloJohn Turturro o el propio Spike Lee, acompañados por la sublime voz de Samuel L. Jackson, que nos recuerda el calor que hace a través de la radio.

Los Guerreros del Sol (Alan Jonson, 1986)

Esta entrañable película fue todo un hit en el mercado videográfico, amén de una absurda copia de los films post apocalípticos de Mad Max. En el futuro ha desaparecido casi toda el agua mientras los chavales de un orfanato se dedican a jugar a algo así como hockey sobre ruedas. Un día encuentran una bola mágica que flota y brilla. La verdad es que no hay mucho que sacar de esta serie Z, salvo que en el futuro habrá algún heredero de Isabel II que nos recordará aquello de “te lo dije”. A destacar la presencia de un Lukas Haas que acababa de ser el niño amish de Único testigo.

Jungla de Cristal: La venganza (John McTiernan, 1995)

No es el mejor día en la vida de John McClane. De momento, tiene una resaca de las malas, por no hablar del calor que hace y de que un terrorista alemán (¡Jeremy Irons!) intenta vengarse de él obligándole a participar en una gymkhana mortal. La ciudad de Nueva York sufre atentados en esta divertidísima y sudorosa tercera entrega de las desventuras del poli más chulo de la historia.

El núcleo (Jon Amiel, 2003)

A los pocos meses de su estreno, ya nadie se acordaba de ella. Una de esas películas “de relleno” pero que tenemos que citar en este ranking. Disturbios electromagnéticos provocan catástrofes como que el Golden Gate se funda como el hielo bajo una lupa en pleno agosto. Para arreglar esta situación, los protagonistas se sumergen en el corazón de nuestro planeta, un enorme mar de magma incandescente que es el entorno más abrasador en el que se haya desarrollado nunca una película.

¿Acalorados?

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Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).