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«Geografías y paisajes de Tintín», de Eduardo Martínez de Pisón

Los jóvenes que hoy se aproximen a Tintín sentirán su encanto o no lo encontrarán por ningún sitio. Depende… Ojalá sean muchos los elegidos. En todo caso, esta duda no me asalta con los lectores de mi quinta. Entre ellos, y también entre sus padres, hay tantos tintinófilos que, casi con democrática unanimidad, podrían forman una cofradía. El mérito de que su personaje sea un emblema multigeneracional hay que reconocérselo a Hergé, cuyo sexto sentido para la aventura no hace falta discutir.

Tras la muerte de su creador, a Tintín, reportero y trotamundos, nos lo imaginamos aún perdido sabe Dios dónde. Seguro que mantiene el tipo frente a la irresistible tentación del viaje organizado, para seguir recorriendo ‒y nosotros con él‒ esos confines del globo en los que aún vibran el misterio y el peligro.

La tintinofilia es un rasgo que también distingue a Eduardo Martínez de Pisón, geógrafo y viajero que leía ‒vaya si leía‒ a Hergé en sus años mozos, y que aún reconoce en sus álbumes lecciones que no se olvidan. Lo demuestra en este libro entrañable, donde analiza la obra tintinesca, desde Tintín en el país de los soviets a Tintín y los Pícaros, para encontrar sus numerosos vínculos con la geografía y con el paisaje.

En realidad, la cartografía de Tintín fue cambiando con el paso de las décadas. No hace falta insistir aquí en la longevidad de un personaje. Su primer y su último escenario ‒la Rusia postrevolucionaria y la imaginaria república americana de San Teodoro‒ son tan distintos como la fecha en que esos dos álbumes salieron de imprenta. Cambiaron los tiempos, y desde luego, también lo hizo el propio Hergé, quien se fue preocupando cada vez más de ambientar debidamente sus historietas.

El maestro Martínez de Pisón ata cabos y recapitula. Título a título, relaciona el pulso vital de Hergé con sus intereses artísticos y con las fuentes que empleó. También distingue aquellas obras en las que se limitó a idealizar un ambiente de otras más realistas, especialmente las últimas, donde el trabajo de documentación fue tan minucioso que nos remite a libros de viajes, reportajes fotográficos y otras fuentes.

Con Geografías y paisajes de Tintín, Martínez de Pisón se instala en un cruce de saberes, donde afloran las claves del cómic, el conocimiento histórico y la fascinación por esos lugares ‒el Oeste americano, el Himalaya…, incluso la Luna‒ a los que un día llegaron el inolvidable reportero y sus inseparables amigos. Sin duda, una obra imprescindible para los admiradores de Hergé que se precien de serlo.

Sinopsis

Eduardo Martínez de Pisón, entusiasta verniano, se declara un verdadero tintinófilo en este nuevo e iluminador ensayo. El planeta Tintín creado por Hergé es un mundo dibujado e imaginario pero con fundamento real que, aunque pertenece, en lo físico, lo político, lo social y lo cultural, al momento en que fue dibujado –una visión del mundo ciertamente eurocéntrica, pero inserta en la tradición de los libros de viajes–, a la vez que es ya historia trasciende, junto a sus personajes, lugares, situaciones y aventuras, todo tiempo y se convierte en un arquetipo digno de estudio. Más allá del placer que nos proporcionan como obra artística, en la sencilla genialidad de los argumentos y sus imágenes, los viajes y los paisajes de Tintín conforman una «imago mundi» que en cada dibujo atesora una geografía, real o inventada, en lugares ubicables en un mapa más o menos identificable. Los paisajes que aparecen en los álbumes ideados por Hergé tienen mucho que ver con tal ciencia –su fuente de inspiración, como guionista y como dibujante–, y responden con ello a esa corriente cultural de voluntad descriptiva y enciclopédica sobre la diversidad planetaria.

Todo lo cual muestra que su autor dibuja en «línea clara» un verdadero atlas, el que conforman las peripecias de su héroe por el mundo, convirtiéndose en una auténtica lección de geografía universal, incluido su satélite, la Luna, que el joven reportero visitó mucho antes que los tripulantes del Apolo 11. La relectura paisajística de los viajes de Tintín que lleva a cabo Eduardo Martínez de Pisón permite despertar, con sencillez y emoción, las razones básicas de interés científico y de respeto a cada rincón de nuestro planeta, en un verdadero homenaje al universo que construyó Hergé, lleno de lugares exóticos y escenario cambiante de aventuras fabulosas de jóvenes audaces. ¿Qué sería nuestro mundo sin Tintín y sus geografías, reales e inventadas? Desde luego, un lugar más prosaico y en penumbra.

Eduardo Martínez de Pisón  (Valladolid, 1937) es Catedrático Emérito de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, además de escritor y montañero. Es especialista en Geografía Física, campo en el que ha realizado la mayor parte de su investigación, publicaciones y docencia. Director del Instituto del Paisaje de la Fundación Duques de Soria, tiene más de 450 publicaciones de su materia.

Ha escrito además libros literarios y de divulgación de viajes y geografía, y ha participado como asesor geográfico de documentales de TV en el Desierto de Gobi, montañas de Asia Central, Ruta dela Seda, Karakorum, Himalaya y el Tíbet. Sus últimos premios son la Medalla de Plata de la Comunidad de Madrid, la Cruz al Mérito Medioambiental, y el Premio del Observatorio d’Achtall 2016 en la modalidad de Ensayo por su libro La Tierra de Jules Verne.

Es autor de una prolífica obra geográfica, en la que abundan tanto trabajos científicos como de divulgación. Entre sus últimos libros se encuentran: Imagen de Madrid. Comentarios geográficos al mapa comarcal 1:50.000 de la Comunidad de Madrid (Comunidad de Madrid, 2008), La belleza del oficio de geógrafo (UAM, 2009), Miradas sobre el paisaje (Biblioteca Nueva, 2009) y El sentimiento de la montaña (Desnivel, 2ª ed., 2010, escrito junto con Sebastián Álvaro).

Ha escrito El largo hilo de seda: viaje por las montañas y los desiertos de Asia Central (Fórcola, 2ª ed. 2012), con prólogo de Sebastián ÁlvaroImagen del Paisaje: la Generación del 98 y Ortega y Gasset (Fórcola, 2012), con prólogo de Helio Carpintero; y La Tierra de Jules Verne (Fórcola, 2ª ed., 2014).

Es responsable de la introducción y edición de Claudius Bombarnac, corresponsal de El Siglo XX. Viaje en tren por Asia central, de Tiflis a Pekín (Fórcola, 2013), y de César Cascabel (Fórcola, 2015), ambas de Jules Verne, en traducción por Mauro Armiño.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Fórcola. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.