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«En defensa de la democracia», de Miriam Tey, Martín Gurría y Fernando Sánchez Costa (coords.)

En una de las etapas de mayor prosperidad y desarrollo de Occidente, ciertos prescriptores públicos han convencido a muchos votantes de que es preciso un giro radical en nuestras sociedades. Convencidos de son el único antídoto frente al apocalipsis, esos oportunistas se aprovechan de nuestras tendencias adanistas (y cainitas) y plantean dos soluciones categóricas: el nacionalismo excluyente y el populismo más contagioso.

Duro de admitir, ¿no creen? Que a estas alturas sean las políticas identitarias el filtro para juzgar la realidad es algo digno de un complot psicopolítico.

A derecha e izquierda, prosperan partidos que proponen romper la baraja, tirar por la calle de en medio o reinventar la rueda. A veces, reconocemos tras sus siglas a los totalitarios de toda la vida. Otras veces, se trata de la versión parlamentaria del hooliganismo deportivo o de los realities televisivos. Es decir: líderes que plantean soluciones sencillas para problemas muy complejos, y cuya doctrina puede resumirse en un tuit.

Todo eso es, justamente, lo que denuncia y analiza esta obra colectiva. En sus páginas, hallamos una serie de reflexiones profundas y sensatas, destinadas a lectores que aún practican la gimnasia del espíritu, y no se dejan engañar por los turbios reclamos que hoy abundan en el mercado electoral.

Se trata, además, de un libro que nos reconcilia con la política más reposada: la que comprende el significado del auténtico debate ‒nada que ver con los rifirrafes televisivos‒, y defiende el pensamiento crítico, el pluralismo y la genuina libertad.

Desde un punto de vista ético, En defensa de la democracia es un alegato contra ese tipo de abusos políticos y periodísticos. Frente a quienes ensamblan la opinión pública mediante consignas, reproches y memes digitales, los autores reivindican algo tan sencillo como el buen juicio de una ciudadanía informada.

Me dirán los pesimistas que la política reflexiva y madura, puesta a alumbrar, alumbra poco. Aquí los vendedores de mentiras e hipérboles lo tienen más fácil. Supongo que algo tienen que ver las orejeras con las que contemplamos la realidad. Ya saben cómo funcionan nuestros prejuicios y cómo nos reclama, día sí, día también, la llamada de la tribu. Sin embargo ‒vuelvo a ello‒, solamente esa política reflexiva y madura nos permitirá avenirnos a razones que no sean las del rencor o el rupturismo.

Ojalá el futuro de España se parezca a lo que proponen los autores de este libro. Seamos hoy optimistas, y esperemos que, en un plazo de tiempo razonable, el nacional-populismo empiece a languidecer, y de ese modo, valores como la convivencia, el realismo político y la rectitud sean los que por fin dominen la esfera pública. Mientras tanto, esta lectura ayuda a dibujar ese porvenir.

Sinopsis

«Europa nació para superar los nacionalismos. Por ello, la defensa de Europa como proyecto político integrador y de los valores de Occidente son claves para combatir políticamente el secesionismo y cualquier otra forma de populismo» (Josep Piqué, en «El mundo que nos viene»)

«Yo estuve preso dos veces. La única tortura que no me hicieron fue violarme sexualmente. (…) Pero cuando firmamos la paz en El Salvador, yo me dije: tengo que sentarme en la mesa con cualquier persona, independientemente de dónde viene y de qué ha hecho en su vida» (Facundo Guardado en conversación con Anna Balletbó).

Un terremoto sacude el orden democrático internacional. De Barcelona a Washington, de Ankara a Milán, los populismos y los nacionalismos han vuelto a calar con una fuerza inesperada. A la izquierda y a la derecha, entre los de arriba y los de abajo, resurgen las nostalgias nacionalistas y prende la fascinación por los discursos mesiánicos y rupturistas. ¿Por qué hemos llegado a esta situación? ¿Qué nos ha pasado? ¿Cómo nos hemos dejado cautivar de nuevo por relatos políticos que creíamos superados? ¿Qué papel ha jugado la crisis económica, las redes sociales y los medios de comunicación?

En este libro, políticos, académicos y economistas de primer nivel analizan los múltiples rostros del populismo y su alianza con el nacionalismo. Los autores ofrecen una explicación de las motivaciones y las razones del nacional-populismo. Desde esta comprensión crítica, reivindican con fuerza los valores de la democracia y articulan la propuesta de un nuevo patriotismo cívico que permita reconstruir nuestro sistema político y social.

En defensa de la democracia tiene la fuerza del pluralismo y la riqueza de las miradas complementarias. Participan muchos de los ponentes de la primera escuela de verano de Societat Civil Catalana, que reunió a políticos nacionales e internacionales, empresarios globales, académicos y analistas, exlíderes guerrilleros y comunicadores sociales. Desde esta diversidad de trayectorias, el libro se convierte en una certera radiografía de la situación actual pero, sobre todo, en una invitación coral a comprometerse más activamente en favor de la democracia constitucional.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.