Vicente DíazAunque todavía queda muchísimo por hacer, el mundo civilizado sigue acercándose poco a poco a la meta de la igualdad de género. Claro que, a veces, esta igualdad se aplica en mayor medida a lo malo que a lo bueno. Explicación: las mujeres ya tienen el dudoso honor de ser también protagonistas de comedias escatológicas.
Con un planteamiento casi idéntico al de Very Bad Things (Peter Berg, 1998), aunque con un desarrollo mucho menos sangriento, esta historia de “despedida de soltera en la que las cosas se tuercen” está más cerca de ser un Resacón en Las Vegas (Todd Phillips, 2009) en versión femenina y vodevilesca que un ejercicio de humor negro.
Drogas, picardías y gracietas de retrete son las armas básicas que la directora y guionista Lucia Aniello esgrime, con cierta desesperación, para arrancar la carcajada y la sonrisa del respetable. Los resultados dependerán del sentido del humor y/o los estupefacientes que meneje el espectador en ese momento. En todo caso, si las comedias “cafres” siempre buscan sorprender con alguna ocurrencia grosera o irreverente jamás vista, Un noche fuera de control fracasa estrepitosamente.
Como sabe cualquier persona que haya estado en un restaurante o en un bar cerca de un grupo de personas que celebran una despedida de soltero/a, quienes participan en ese rito crepuscular se lo están pasando mucho mejor (o, más bien, fingen hacerlo) que los pobres desgraciados que tienen que aguantar su jovial algarabía. Algo similar pasa con Una noche fuera de control: los personajes puede que estén viviendo la noche de su vida, pero el espectador corre el riesgo de perder la paciencia.
Resultan especialmente irritantes los personajes interpretados por Jillian Bell y Kate McKinnon, actrices especializadas en hacer equilibrios sobre la delgada línea que separa lo cómico de lo enervante.
Como suele pasar en la mayoría de las comedias “gamberras” de este tipo, todo resulta una trampa para introducir finalmente una serie de mensajes edulcorados y conservadores que vienen a decir que uno no puede ser feliz sin pareja. ¿Solterofobia?
Sinopsis
Cinco amigas de la universidad (interpretadas por Scarlett Johansson, Kate McKinnon, Jillian Bell, Ilana Glazer y Zoë Kravitz) se reúnen después de 10 años cuando alquilan una casa en la playa en Miami para celebrar un fin de semana desenfrenado de despedida de soltera que se sale completamente de madre. Justo cuando creen que todo está perdido, se dan cuenta de que la historia tiene mucha más miga de lo que podrían haber imaginado.
«Esta película podría parecer que trata sobre unas amigas que se ven metidas en una fiesta de despedida de soltera que se sale de lo normal por culpa de una serie de acontecimientos disparatados, pero el filme trata realmente sobre la amistad», opina Scarlett Johansson, que exhibe su talento para la comedia en Una noche fuera de control. «A menudo podemos dar por sentado que contamos con la gente que nos conoce mejor… La historia de esta película sirve un poco como advertencia para no dar eso por hecho, y también es una celebración de esa clase de profunda amistad. Bajo toda esa comedia desenfrenada para adultos, la película trata en esencia sobre la amistad con un gran cariño».
La directora, coguionista y productora del filme, Lucia Aniello, comenta que se encontraba reflexionando sobre cómo las amistades que habían dado forma a su vida habían ido evolucionando con el tiempo, y eso sirvió de inspiración para el filme. «Se basa en muchas relaciones que he tenido, los sentimientos que tengo por ciertas personas de mi pasado», explica. «Trata sobre descubrir cómo tu pasado encaja con tu presente y tu futuro».
Una noche fuera de control es la primera comedia para adultos de un gran estudio dirigida por una mujer en casi 20 años, lo que significa que posee una perspectiva completamente única. «Creo que es evidente que ha habido una gran escasez de historias contadas desde el punto de vista de las mujeres, sobre todo en el género de la comedia», sugiere Aniello. «No tengo nada contra las comedias para adultos dirigidas por hombres, pero me parece que la autenticidad del punto de vista de una mujer no puede sino ayudar a que los personajes femeninos resulten mucho más auténticos».
«Quería hacer sin duda una película que hiciera que quisieras salir con tus amigas para ir al cine a reír juntas, pero también quería hacer la clase de película a la que, si llevas a tu novio o a tu marido o amigos, puedan pasarlo igual de bien», explica Aniello. «Su primer trabajo es ante todo ser divertida, pero también me resultaba importante que explorara amistades y espero desde luego que haga pensar un poco a los espectadores sobre las personas que tienen en sus vidas, quizá gente de su pasado con la que ya no mantiene una relación tan estrecha, y que al ver esta película sientan ganas de recuperar el contacto con ellos. Una noche fuera de control trata más sobre amistades —la gente que haría cualquier cosa por ti— que sobre un cadáver».
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