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Crítica: «Las ruinas» (Carter Smith, 2008)

Hace años, quedé fascinado por la novela Un plan sencillo, de Scott Smith. Sin ser del todo impecable, la adaptación cinematográfica de aquel libro contenía una historia arrebatadora sobre la ambición humana.

Ahora Smith firma el guión de Las ruinas (The Ruins), escrito a partir de una novela que de nuevo le ha traído fama y beneficios económicos. DreamWorks presenta la película como un thriller de terror, con la baza de unos efectos especiales a la antigua usanza, muy eficaces. La trama se basa en una fórmula conocida, pero su director, Carter Smith, un respetado fotógrafo publicitario, logra escapar en más de un momento de la rutina. Con todo, es un divertimento menor y de muy escasas pretensiones

Sinopsis

Las ruinas describe las aventuras de un grupo de amigos que, estando de vacaciones, visita un remoto emplazamiento arqueológico en México y se ve envuelto en una brutal lucha contra el mal que habita el lugar.

El sol, las aguas cálidas y las playas arenosas son un gran atractivo para un sinfín de estadounidenses, sobre todo jóvenes, en busca de diversión a precios económicos.

Y eso hacen dos amigas, Amy (Jena Malone) y Stacy (Laura Ramsey), con sus respectivos novios, el serio estudiante de medicina Jeff (Jonathan Tucker) y el juerguista Eric (Shawn Ashmore).

Casi al final de sus vacaciones deciden hacer una excursión por la jungla maya en busca de una pirámide. Cuando por fin la encuentran, un acontecimiento inesperado obliga a los asustados turistas a trepar a la cima de la vieja estructura, donde se enfrentarán a horrores letales y lucharán a vida o muerte.

Las ruinasllega a la gran pantalla de la mano de Stuart Cornfeld y de Ben Stiller”, explica el productor Chris Bender. “Les gustó mucho la primera novela de Scott Smith, Un plan sencillo, que también fue llevada al cine, y consiguieron leer unos cuantos capítulos de Las ruinas antes de su publicación. Hablaron con DreamWorks, compraron los derechos y empezaron a desarrollar el proyecto”. Resumiendo, podría decirse que la historia trata de cinco personas que, durante sus vacaciones, descubren unas ruinas mayas escondidas tras unas maléficas plantas trepadoras devoradoras de hombres, pero es mucho más que eso. Es una historia de supervivencia. Los productores estaban convencidos de que el autor sería capaz de trasladar el terror que emana de la novela a un guión, pero quedaba encontrar al director. “Había dos posibilidades, dependiendo del director”, dice Chris Bender. “Podía acabar siendo la típica película de terror con plantas trepadoras asesinas o podía ser una película que jugara con la psique del espectador de un modo mucho más siniestro, plasmando en la pantalla lo que está en la página escrita”. Para conseguir este difícil objetivo, DreamWorks escogió al director novel Carter Smith. A pesar de que nunca había dirigido una película y de ser conocido, sobre todo, como un brillante fotógrafo de moda, les bastó con ver el corto “Bugcrush” para saber que era la persona idónea.

“Recuerdo que me quedé sentada sin moverme como diez minutos delante del televisor después de verlo”, dice la actriz Jena Malone. “Da miedo porque no es un thriller o una película de terror al uso. Me dio la impresión de que podía olerlo, saborearlo, sentirlo, era muy desagradable. Después de ver ‘Bugcrush’ e imaginar en lo que podía transformarse Las ruinas a través de la peculiar visión de Carter, supe que iría más allá de los límites del género. Las trepadoras no serían las malas de verdad, sino la naturaleza humana y nuestras reacciones. Estaba convencida de que la película sería espectacular”.

Carter Smith no dudó en aceptar dirigir Las ruinas en gran parte por su autor y guionista. “Soy un verdadero fan de Un plan sencillo, la primera novela de Scott Smith. De hecho, estaba leyendo Las ruinas cuando me llamaron de DreamWorks para que echara un vistazo al guión. Fue un auténtico placer. La mejor base para un realizador es un guión bien escrito, y este era fantástico. También es un auténtico plus que el autor de la novela y del guión sea la misma persona. Lleva tanto tiempo con los personajes que los conoce a la perfección y puede transmitirlo. Reconozcámoslo, los personajes de las películas de terror no suelen ser profundos ni muy construidos. Además, también soy fan del género”.

La persona encargada de conseguir que las trepadoras se moviesen es el supervisor de efectos visuales Gregory L. McMurry. “Al principio pensamos en crear una marioneta, pero nos inclinamos por la animación digital”, explica. “Cuando el grupo está aislado encima del montículo, las trepadoras empiezan a acercarse. No era una buena idea mostrar los tallos avanzando, se perdía el elemento sorpresa. Es mejor conseguir que el espectador espere el ataque que va a ocurrir inevitablemente. Los chicos se dan cuenta de que las plantas tienen una textura diferente. Luego, vemos cómo se mueven cuando los jóvenes no miran, pero no queda claro si es una ilusión o incluso el viento”.

Carter Smith estaba convencido de que la película se beneficiaría con un rodaje en decorados naturales y, además, usando prótesis en vez de animación por ordenador para las escenas más gráficas. “La mayoría de los momentos más truculentos transcurren a plena luz del día. Es más difícil hacer trampas con las sombras que en la típica película de terror que suele transcurrir durante la noche. Si nos hubiésemos limitado a usar animación, las escenas serían frías, y esta película depende de que el público conecte de un modo visceral con lo que pasa en la pantalla”.

La responsabilidad recayó en Jason Baird, diseñador de maquillaje protésico de efectos visuales, para quien Las ruinas se convirtió en un sueño hecho realidad: “Me divertí mucho. Hay efectos de maquillaje realmente geniales”. En lo que respecta a su trabajo, hay tres momentos clave en la película. En el primero, una mujer tiene plantas metidas dentro del cuerpo; en el segundo, Stacy, en un intento desesperado por sacarse las trepadoras del cuerpo, empieza a cortarse la carne, y el tercero, el más difícil en su opinión, es cuando Mathias se rompe las piernas y, al volver en sí, descubre que las plantas se han comido gran parte de la carne por debajo de las rodillas.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes, la sinopsis y las notas de producción © 2008 DreamWorks Pictures, Spyglass Entertainment y Red Hour. Fotos por Vince Valitutti. Distribuida en España por Universal Pictures International Spain. Todos los derechos reservados.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.

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