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Crítica: «La novia cadáver» (Mike Johnson, Tim Burton, 2005)

Con el agridulce sabor del chocolate de Wonka aún en la boca, otra película de Tim Burton con prácticamente el mismo reparto, eso sí, sólo en las voces. ¿Ha surgido La novia cadáver de todo este revival de Pesadilla antes de navidad? ¿Cuantos bolsos con la efigie de Jack Skellington se ven por la calle en cinco minutos? ¿La novia cadáver está a la altura de aquel clásico del cine de animación?

A pesar de los personajes alargados, los perros muertos, la tropa de freaks de ultratumba y el neogotiqueo imperante, el tono de La novia cadáver es bastante distinto. Vale, se podría decir que es más flojita. Básicamente se trata de un típico trío amoroso con monstruo en el vértice, pensemos en Quasimodo o el Fantasma de la Ópera pero con una réplica animada y putrefacta de Barbara Steele. La obsesión de Tim Burton por esta mítica actriz se hace obvia en este film, romántico en todos los sentidos de la palabra.

En esta película hay menos gamberrismo y acción que en Pesadilla, pero a cambio se centra más en los detalles. A este respecto, es alucinante la perfección con la que están animados los muñecos protagonistas: el prodigioso movimiento del velo de la novia, la manera de tocar el piano de Vincent, digo, Víctor y Victoria, el lenguaje corporal de cada personaje, a cada cual distinto… Por no hablar de la fotografía o los decorados, que harán babear a los especialistas en arte, encontrando referencias para parar un tren.

En cuanto a Danny Elfman, bueno, el tema principal de La novia cadáver es una absoluta delicia, recordándonos por qué nos solía gustar tanto este compositor. El resto de canciones no están a la altura de su magistral trabajo en Pesadilla, pero se situan por encima de los temas de Charlie y la fábrica de chocolate.

Más que como película, La novia cadáver se disfruta como obra de arte, entra por los ojos y los masajea. Da gusto ver tanta fluidez y expresividad, que pone en evidencia la presunta perfección de la animación por ordenador, que también tiene su punto, pero al lado de estos muñecos articulados, los personajes de Shrek se antojan excesivamente plastificados.

Además, sale un piano marca Harryhausen. Con eso ya se debería vender sola la película.

Sinopsis

Víctor es un joven apocado al que sus padres van a casar por conveniencia con la hija de una familia bien. La idea de casarse con una desconocida no le parece tan mala al conocer a su prometida, Victoria, con la que conecta de inmediato. Víctor se pone tan nervioso que es incapaz de recitar sus votos matrimoniales correctamente, con lo que se va al bosque a aprendérselos. Una terrible confusión le lleva a casarse con Emily, la Novia Cadáver.

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).

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