Cualia.es

Crítica: «Creed II: La leyenda de Rocky» (Steven Caple Jr., 2018)

Esta película bien podría haberse llamado Drago, aunque en realidad para todos nosotros es Rocky VIII. La saga original, con sus números romanos, acabó en 1990, pero el personaje ha regresado en un larguísimo epílogo que ya cuenta con tres entregas: Rocky Balboa (Sylvester Stallone, 2006), Creed (Ryan Coogler, 2015) y ahora esta secuela de Creed, dirigida por Steven Caple Jr.

El título original de la película es simplemente Creed II, pero los distribuidores españoles han añadido un epígrafe (“La leyenda de Rocky”). Ellos saben que estas películas van dirigidas a los fans de un personaje que, desde hace más de cuatro décadas, ha acompañado e inspirado a muchos espectadores. Sí, oficialmente el protagonista es Adonis Creed (Michael B. Jordan), pero seamos realistas: sin Stallone esta película tendría un público mucho más limitado.

¿Qué ofrece este nuevo episodio? Pues lo que se espera de él. Mucho boxeo, mucho drama, autosuperación y ecos de las viejas películas de Rocky. En esta ocasión, de la entrega más delirante: Rocky IV (Sylvester Stallone, 1985), aquel panfleto de la Era Reagan en la que “el Potro Italiano” se las arreglaba para derrotar al sobrehumano campeón de la Unión Soviética, Iván Drago (Dolph Lundgren), y de paso, vengar la muerte de Apollo Creed (Carl Weathers).

La trama, que resumiré sin revelar detalles, no es complicada. En uno de esos giros que tiene el mundo del espectáculo, Adonis tiene la oportunidad de enfrentarse con Viktor (Florian “Big Nasty” Munteanu), el hijo de Iván Drago, quien entrena brutalmente a este grandullón con el único objetivo de recuperar el respeto de quienes le arrojaron a la basura tras su derrota en los 80.

Rocky se niega a preparar a Adonis para el combate, porque no quiere revivir el trauma de la muerte de Apollo. Por su parte, Adonis se casa con su novia, la cantante Bianca Taylor (Tessa Thompson), pero en su camino surgen graves dificultades ‒no les adelantaré cuáles‒ que podrían afectar a su descendencia.

Como se puede apreciar, Creed II acumula varias toneladas de drama pugilístico clásico, con mucha música hip hop y un estilo visual más o menos actual, pero no deja de narrar un drama de boxeo de la vieja escuela. Al fin y al cabo, el coguionista y alma del proyecto es Stallone, y el tipo sabe bien qué teclas tocar en todo lo respectivo a Rocky Balboa.

A la presencia de Sly y Lundgren hay que añadir, para alegría de los fans veteranos, la de Phylicia Rashad, conocida por ser la viuda de Apollo Creed y también la esposa del doctor Huxtable en La hora de Bill Cosby.

También recuperamos a la mismísima Brigitte Nielsen en el papel de la fría Ludmilla. Teniendo en cuenta lo dañina que resulta en Creed II, y recordando lo que llegó a publicar la prensa amarilla cuando Stallone y Nielsen eran pareja, uno casi llega a sospechar que el guión se centra en poner a caldo a esta pobre mujer.

Aunque no llega a aburrir, el exceso de duración juega un poco en contra del disfrute de Creed II. Sabemos todo lo que va a pasar, pero en realidad tampoco importa mucho. Las peleas son claras y contundentes y el reparto pone toda la carne en el asador. Como ya dije, la cinta está diseñada para complacer a los fans de la saga, así que no cuenta lo que opinemos los demás.

Sinopsis

Esta nueva película cuenta la vida del joven boxeador dentro y fuera del ring mientras lidia con la fama, la familia, el legado de su padre y su continua búsqueda para convertirse en campeón.

Desde que dejó California hace tres años para trasladarse a Filadelfia y entrenar con el ex campeón retirado de pesos pesados Rocky Balboa (Stallone), Adonis (Jordan) ha encontrado el amor y el éxito. Bajo la tutela de su mentor, entrenador y «tío» Rocky, Adonis ha conquistado rápidamente la gloria en el boxeo profesional como aspirante al título de pesos pesados. Él y su eterno amor, Bianca (Thompson), la bella cantante y compositora que es una estrella de la música por derecho propio, están listos para comprometerse y formar una familia. Su madre adoptiva, Mary Anne Creed (Phylicia Rashad) albergaba la esperanza de que Adonis no siguiera los pasos de su padre. Pero aceptó su elección, reconociendo el talento de su hijo y la pasión que convirtieron a su difunto marido en uno de los mejores boxeadores del mundo.

Adonis debería estar tocando el cielo con las manos, pero lo cierto es que intenta reconciliar sus dudas interiores con la fama y la adulación que le ofrece el mundo exterior. Como hijo ilegítimo del ex campeón de pesos pesados Apollo Creed, que murió en el ring antes de que él naciera, Adonis lidia con su legado y su vida de personaje célebre. A pesar de su éxito, Adonis tiene miedo de no estar a la altura de las expectativas, sobre todo de las suyas. Pone en cuestión su talento y se pregunta si ha peleado de la mejor manera y si es digno de ser un campeón.

Pero antes de lo esperado, un rival va a obligar a Adonis a enfrentarse a sus dudas y a responder a esas preguntas. Se trata de un joven e invicto contendiente de pesos pesados, Viktor Drago (Florian «Big Nasty» Munteanu), hijo de Iván Drago (Dolph Lundgren), el boxeador ruso que mató a Apollo en el ring tres décadas antes. Drago desafía a Adonis en público en un enfrentamiento que el mundo del boxeo ha calificado de histórico: el «Creed vs. Drago» de la próxima generación.

Para Adonis, que quiere vengarse de la muerte de su padre, enfrentarse al hijo de Drago en una pelea por el título es algo más que un combate de boxeo. Rocky teme que la historia se repita si estos hijos que buscan venganza se enfrentan, así que para él hay mucho más que perder que un simple título.

Cuando Creed se estrenó en 2015 con un enorme éxito de crítica y público, el equipo de que realizó la película había logrado una tarea aparentemente imposible: Mantenerse fiel al espíritu y al estilo de los predecesores icónicos de la película a la vez que forjaba su propio camino, de la misma forma que su joven protagonista, Adonis «Donnie» Creed, busca forjar su propio legado mientras sigue los pasos de su padre, campeón mundial de pesos pesados, al que nunca conoció.

Con la incorporación de Adonis, el hijo ilegítimo de la leyenda del boxeo Apollo Creed, el antiguo rival de Rocky que se convirtió en su amigo y entrenador, la película revitaliza y amplía el fenómeno cinematográfico de Rocky devolviendo la serie a sus raíces más desconocidas. Su descarnada y convincente representación de un joven boxeador que persigue su sueño, busca una identidad y lucha por tener la oportunidad de demostrar su valía se convierte en una fábula para una nueva generación. De hecho muchos de los que integran esa nueva generación ni siquiera habían nacido cuando Rocky se convirtió en la película más taquillera de 1976, fue nominada a diez premios de la Academia, ganó tres (incluyendo Mejor Película del Año) y lanzó la carrera de su entonces desconocida estrella y guionista Sylvester Stallone.

Después de seis películas entre 1976 y 2006, así como Creed de 2015, el espíritu de renacimiento y el tema emocional de lo significa ser padre o hijo, fue lo que llevó al equipo a encontrar un nuevo terreno con Creed II: La leyenda de Rocky. «Crear el personaje de Adonis Creed fue una idea brillante que además interpreta maravillosamente bien Michael B. Jordan«, dice Irwin Winkler, que ha producido todas las películas de Rocky y Creed. Era lógico que el siguiente paso fuera trasladar a este personaje al futuro, y profundizar en sus relaciones con Rocky, su amada Bianca, su madre adoptiva Mary Anne, y mostrar cómo maneja la fama en su papel de estrella ascendente del boxeo».

Creed II: La leyenda de Rocky profundiza en cómo Adonis, que intenta asumir al legado del padre que nunca conoció, se enfrenta al hombre responsable de la muerte de Apollo… y al trauma de Rocky más de tres décadas después. Cuando Adonis gana el título de campeón de pesos pesados, como lo hicieron antes su padre y su mentor Rocky, lucha consigo mismo para digerir ese éxito. ¿Lucha por él o por el padre que nunca conoció? Mientras tanto, en lo más profundo de Ucrania, hay un hombre que obligará a Adonis a enfrentarse a la historia: Iván Drago, el hombre que mató a Apollo Creed en el ring antes de perder ante Rocky en un dramático combate entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Cuando Iván perdió esa pelea, lo perdió todo, y su hijo, Viktor, se vio obligado a crecer en unas condiciones difíciles ya que aprendió a odiar mientras entrenaba para boxear. Cuando Adonis gana el cinturón de pesos pesados, Iván y Viktor Drago quieren aprovechar la oportunidad y deciden derrotarlo para redimir a su familia.

La idea de que Adonis vengue la muerte de su padre en el ring de boxeo peleando contra el hijo de Iván Drago parecía una evolución natural y casi inevitable para este personaje complejo, parte del viaje que debe recorrer Adonis para aceptar su vida, lo que es y por qué pelea. «Pensé que sería un tema interesante, con personajes casi shakespearianos», dice Stallone. «También era una fusión de dos generaciones diferentes y de personajes populares».

Creed II: La leyenda de Rocky renueva el interés por los personajes y además ofrece a los fans unas fantásticas secuencias de entrenamientos y combates de una de las series de películas deportivas más populares y exitosas del cine. Eso incluye el combate por el campeonato en el Estadio Olímpico de Moscú entre Adonis y Viktor, y un campamento de entrenamiento en el Valle de la Muerte, en California, al que Rocky lleva a Adonis.

«Siempre volvemos a la misma pregunta: ¿de qué trata esta historia? Porque sabemos que no se trata de boxeo», dice Steven Caple Jr. «No se trata de hablar de un gancho de izquierda o de un jab. Trata de las relaciones entre dos personas en el ring, de los que están en las esquinas, incluso del público y de la prensa y de lo que representan. ¿Cómo influye todo eso en sus personalidades? ¿Cómo afecta a los seres queridos lo que están presenciando en el ring? Siempre volvemos a lo que está más allá del ring para centrarnos en lo que es realmente importante: los viajes de los personajes».

Lundgren dice que nos interesan muchas de las metáforas de las películas de Rocky y Creed porque son muy humanas y nos resulta fácil identificarnos con ellas. «Hay un poco de magia en rodar esas escenas, en reflejar esas sensaciones y en ver cómo discurren ese tipo de historias», dice Lundgren. «No necesitas saber nada de boxeo para disfrutar de una película de Rocky o de Creed. En última instancia, no se trata de boxeo: se trata de la vida. Ayudan a que la gente reflexiona sobre sus vidas y sus sueños. Y creo que Steven Caple Jr. lo ha comprendido en Creed II: La leyenda de Rocky. Y el resultado es espectacular».

Cuando los realizadores de Creed II: La leyenda de Rocky buscaban al actor que pudiera interpretar Viktor, al hijo de Drago, necesitaban encontrar a alguien que se pareciera físicamente al personaje, que fuera alto e imponente, pero que además pudiera actuar y boxear. También necesitaban a alguien que pudiera interpretar a un antagonista que fuera al mismo tiempo una fuerza de la naturaleza en el ring y un hijo herido en busca de aceptación. El casting duró meses y abarcó todo el mundo. Vieron a actores y a atletas de varios deportes: artes marciales, kickboxing, boxeo y fútbol. Después de pasar meses revisando cientos de fotos, videos y cintas de audición, Stallone encontró al boxeador alemán de 106 kilos y 1,93 metros llamado Florian «Big Nasty» Munteanu.

Stallone dice que el proceso de audición y casting de varios meses para encontrar a Viktor Drago fue muy similar a la búsqueda que realizó durante nueve meses hace más de treinta años cuando buscaba un actor para interpretar a Ivan Drago. «Encontrar a alguien para interpretar a Iván llevó nueve meses. Revisamos miles de fotos, cintas y audiciones antes de encontrar a Dolph Lundgren«, recuerda Stallone. «Dolph era único. Era guapo, alto, rubio, ¡y sabía pelear! Había sido campeón mundial de kárate durante muchos años en Suecia y en toda Europa, así que comprendió lo que implicaba el papel. Con Florian es lo mismo. Sabe luchar de verdad. Además, es increíblemente grande y musculoso. Cuando lo conocí, pensé, ‘Wow.’ Y después vimos que podía actuar».

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Metro-Goldwyn-Mayer, New Line Cinema, Chartoff-Winkler Productions, Warner Bros. Pictures. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).