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«Beowulf», traducido y comentado por J.R.R. Tolkien

Cuando HarperCollins publicó esta obra en mayo de 2014, la populosa fraternidad tolkieniana se apresuró a adquirirla en las librerías, inspirada, sin duda, por un doble reclamo: no sólo reúne textos y comentarios del autor de El Señor de los Anillos. También incluye su versión de una obra clásica que le sirvió de referencia a la hora de poblar la Tierra Media.

Obviamente, esos méritos que acapara el volumen en inglés deben ser explicados cuando leemos la edición castellana. Si el único atractivo de este Beowulf fuese la versión de Tolkien, nos hallaríamos ante la paradoja de una traducción que se sobrepone a otra traducción.

Por suerte para el lector en español, el libro es mucho más que eso. Así, el equipo formado por Eduardo SeguraNur FerranteÓscar E. Muñoz y Martin Simonson logra que accedamos en nuestro idioma a un interesantísimo compendio de textos, referencias y anotaciones, en los que la voz de Tolkien ‒inevitablemente acompañada por la de su hijo y albacea, Christopher‒ nos traslada a los lejanos tiempos en los que los héroes se comunicaban en inglés antiguo.

A modo de complemento, el volumen incluye otras dos curiosidades, el relato titulado Sellic Spell y un poema ambientado en el mismo universo épico, El Lay de Beowulf.

Sabemos que Beowulf fue traducido por J. R. R. Tolkien entre 1920 y 1926, pero el libro ‒como ya dije‒ reúne numerosos comentarios del escritor, en los que sitúa en su contexto histórico y filológico la obra original. Obviamente, es su hijo quien proporciona continuidad a esta antología, como editor y también como artífice de buena parte de las glosas y aclaraciones que la refuerzan.

En el entorno anglosajón, las comparaciones entre la versión de Tolkien y la traducción realizada en 2000 por Seamus Heaney han dado lugar a un animado debate, en el que, sobra añadirlo, los lectores de otras lenguas no podemos, o al menos no debemos pronunciarnos.

A modo de resumen, les diré que, más allá de los partidarios de una u otra opción, las opiniones más reveladoras parten de quienes recuerdan el criterio del propio Tolkien sobre su labor, explicado en un ensayo de 1940, On Translating Beowulf, que fue editado entre nosotros dentro de la colectánea Los monstruos y los críticos (Minotauro, 1998).

«Generalmente ‒escribía Tolkien en dicho ensayo‒ no se ofrece defensa alguna a la hora de traducir Beowulf. Con todo, la elaboración o, al menos, la publicación de una traducción en inglés moderno sí necesita defensa, en especial si se trata de la presentación de una traslación en prosa de algo que, de hecho, es un poema, una obra de métrica hábil y delicadamente elaborada (por no decir más)».

Doy por hecho que, en el ámbito hispanohablante, este libro interesará a filólogos, a estudiosos de la poesía anglosajona de los siglos VII al X, y por supuesto, a los completistas de la obra de Tolkien, dispuestos a atesorar ‒con buenas razones‒ todo aquello que luzca su nombre en la portada.

En todo caso, me parece oportuno recomendar que, junto a este seductor Beowulf tolkieniano, lean también la espléndida versión del mismo poema que Luis y Jesús Lerate realizaron para Alianza Editorial en 1986.

En su momento, el biógrafo de TolkienHumphrey Carpenter, escribió que el escritor era demasiado perfeccionista como para publicar esta traducción. Por supuesto, eso ya es agua pasada. A estas alturas, esa reticencia importa poco a quienes sabemos que, por ejemplo, el Beowulf es la fuente de inspiración directa de El Hobbit.

Así pues, agradezcamos a Christopher Tolkien su empeño a la hora de sacar a la luz estos interesantísimos documentos de su padre, un genio a quienes los soñadores y los lectores ‒¿acaso no es lo mismo?‒ le deben eterna gratitud.

Sinopsis

Una obra imprescindible para los fans de Tolkien, que tradujo del inglés antiguo este poema unos diez años antes de escribir El HobbitBeowulf contiene elementos que después Tolkien usaría en sus obras de la Tierra Media, como el dragón, que presagia al Smaug de El Hobbit. La obra contiene apuntes donde se hace p atente el sentido de la inmediatez y claridad de su visión: es como si entrara en el pasado imaginado y se irguiera junto a Beowulf y sus hombres cuando sacuden sus cotas de malla al asegurar su nave en la playa de la costa de Dinamarca; escuchara la creciente cólera de Beowulf por las provocaciones de Unferth; o mirara con asombro la terrible mano de Grendel colgada del techo de Heorot. También incluye un extenso comentario de Christopher Tolkien sobre las notas de las conferencias que dio su padre sobre Sellic Spell, un «cuento maravilloso» escrito por Tolkien en el que se sugiere cómo podría haber sido un cuento popular sobre Beowulf sin conexión con las «leyendas históricas» de los reinos del Norte.

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Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.