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«Amundsen-Scott: duelo en la Antártida», de Javier Cacho Gómez

El lector intrigado por la epopeya que protagonizaron en la Antártida titanes como Robert F. ScottErnest Shackleton y Roald Amundsen lo tiene fácil gracias a este magnífico libro del escritor y científico Javier Cacho Gómez.

El descubrimiento del Polo Sur engrosa la memoria colectiva con relatos de coraje, inteligencia y profunda humanidad. De ahí que, al adentrarnos en estas páginas, no sólo aspiremos a conocer la verdad de los hechos, sino también su leyenda.

El autor es consciente de ello, y por eso su trepidante narración alterna dos cualidades: la precisión histórica y esa amenidad que suele ser la materia prima de las mejores novelas de aventuras.

Como cabe esperar de una exploración en la que el triunfo y la fatalidad fueron de la mano, el desafío entre Amundsen y el inglés Scott tiene dos momentos clave: el éxito del noruego, al ser el primero en alcanzar su meta, y el hallazgo de los cuerpos del británico y sus compañeros el 12 de noviembre de 1912, fecha en que fueron también recuperadas sus conmovedoras anotaciones.

«Las vidas de Amundsen y Scott –escribe Javier Cacho Gómez– pueden parecer muy diferentes, al igual que sus motivaciones, temperamentos, extracción social y formación, pero a la hora de la verdad ambas están sutilmente orquestadas por una misma melodía, la de la eterna búsqueda del ser humano por llegar un poco más lejos de lo que otros han llegado, por alcanzar lo que nadie ha logrado, por descubrir lo que todavía está oculto».

Cada episodio que nos lleva a ese punto en el que Amundsen y los suyos se fotografían junto a la bandera noruega en el Polo sur, en 1911, es un eslabón de este relato épico en el que nuestro interés no se reduce en un solo instante.

La narración de Cacho Gómez es tan prolija y documentada que parece que no tiene cabos sueltos, sin rematar. Incluso las tramas secundarias acaban dando esa impresión de continuidad. Es como si el destino de ambos viajeros fuera ineluctable y tuviera que prolongarse hasta sus últimas consecuencias.

A bordo del «Fram», el mismo barco usado por el explorador polar Fridtjof Nansen, Amundsen viajó hasta Madeira, donde telegrafió a Scott para decirle que pretendía llegar a la Antártida. ¿Un reto? Ya lo creo que sí. Con la experiencia y la buena suerte de su parte, el noruego sacó ventaja de algunos recursos. Por ejemplo, llevó buenos equipamientos, y usó esquíes y trineos tirados por perros para atravesar el infierno blanco, en lugar de los ponies siberianos que empleó Scott.

Amundsen y los suyos alcanzaron el Polo 34 días antes que el equipo de Scott, un experimentado oficial de la Royal Navy cuyo trágico fracaso le deparó más elogios que los recibidos en aquellos días por el noruego.

A decir verdad, la estampa de Scott y sus camaradas muriendo de hambre y frío con una dignidad caballeresca tuvo más peso en el imaginario colectivo que la hazaña de su competidor. Y los británicos, con ese amor suyo por las leyendas nacionales, no tardaron en convertir al difunto explorador en un héroe rutilante.

Con admirable fluidez, Amundsen-Scott: duelo en la Antártida retrata a estos dos personajes: dos ídolos cuyas vidas paralelas conforman la esencia misma del viaje y el descubrimiento.

Sinopsis

El experto en la Antártida Javier Cacho nos narra con todo lujo de detalles las peripecias de las expediciones de Amundsen y Scott, un duelo que ejemplifica la sempiterna gesta de la lucha entre el hombre y la naturaleza, donde el trofeo sería el lugar más recóndito de la Tierra, el punto más inaccesible, el paraje más peligroso: el Polo Sur. Y aunque ese desafío ya era suficiente en sí mismo, las circunstancias conspiraron para que la hazaña se convirtiera, además, en una competición, en una carrera, no sólo para alcanzar el Polo Sur, sino para ser los primeros.

«Seguramente nunca un hombre se ha enfrentado –dijo Roald Amundsen–, como me pasaba a mí, al hecho de haber alcanzado algo diametralmente opuesto a aquello con lo que ha soñado. Las regiones del Polo Norte –sí, el mismísimo Polo Norte– me habían atraído desde mi juventud, y heme aquí, en el Polo Sur. ¿Cabe imaginar mayor despropósito?»

«Si hubiéramos vivido –escribió Robert F. Scott, poco antes de perecer–, habría podido contar una historia que hablase de la audacia, la entereza y el coraje de mis compañeros, que habría conmovido el corazón de los ingleses. Tendrán que ser estas improvisadas notas y nuestros cadáveres los que la cuenten»

El descubrimiento del Polo Sur es una historia trepidante, un desafío que protagonizaron el noruego Roald Amundsen y el inglés Robert F. Scott, una exploración que se convirtió en la que podríamos llamar la última gran aventura del ser humano. Amundsen viajó a la Antártida para ganar, Scott para morir, ambos para alcanzar la gloria.

«El libro de Javier Cacho –escribe Manuel Toharia–– nos pone a todos ante la realidad histórica de unos héroes, tan débiles y fuertes, tan valientes y cobardes, tan hipócritas y veraces como la mayoría de nosotros, que sin embargo tuvieron un tesón fuera de toda norma, capaz de llevarles a realizar unas hazañas que nos están vedadas a casi todos sus congéneres.»

Javier Cacho Gómez es físico, científico, y escritor. En la actualidad es responsable de la unidad de cultura científica del INTA.

Es conocido a nivel nacional e internacional como autor del libro Amundsen-Scott, duelo en la Antártida. La carrera al Polo Sur; prologado por Manuel Toharia y publicado en la colección Periplos de Fórcola, lleva impresas cuatro ediciones en papel, está disponible en formato electrónico, y de él hay ya disponible una edición en búlgaro. En 2013 ha publicado Shackleton, el indomable. El explorador que nunca llegó al Polo Sur.

En 1976 se incorporó a la Comisión Nacional de Investigación del Espacio (CONIE) donde llevó a cabo investigaciones relacionadas con el estudio de la capa de ozono. En 1985 se incorporó al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) donde durante varios años fue responsable del Laboratorio de Estudios de la Atmósfera.

El descubrimiento del agujero de ozono en la Antártida hizo que volviese su atención a este continente. Así en 1986 fue miembro de la Primera Expedición Científica Española a la Antártida, a donde regresaría los años siguientes, una de ellas en pleno invierno antártico, para continuar las investigaciones relacionadas con la destrucción del ozono.

Precisamente el impacto social que estaba teniendo tan misterioso fenómeno le llevo a multiplicar su actividad divulgadora, que llevaba años ejerciendo como colaborador científico de SALVAT Editores para diversas enciclopedias sobre temas científicos, así publica su primer libro Antártida: El agujero de ozono.

A partir de este momento su actividad profesional está ligada tanto a la Antártida como a la promoción de la cultura científica. Así durante varios años es   Colaborador de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT) en el Programa Antártico Español, Secretario del Comité Nacional de Investigación Antártica de España y delegado alternativo en el Scientific Committe on Antárctic Research. Regresando a la Antártida durante varias campañas de investigación como jefe de la base antártica española Juan Carlos I.

Mientras, en el campo de la divulgación científica y en particular de la ecología  es Coordinador/Editor de varios libros pertenecientes a la colección MEDIO AMBIENTE-FIAT, colaborador científico de la revista Estratos, miembro del Consejo Editorial y del Comité de  Redacción de la publicación Tendencias Científicas y Sociales, Jefe de la Sección de Ecología de laRevista Conciencia Planetaria, Redactor jefe del servicio de noticias de la plataforma de Internet Geoscopio, especializada en temas medioambientales y columnista del periódico La Prensa, publicado en La Paz (Bolivia).

En el campo de la narrativaficción, ha escrito Las aventuras de Piti en la Antártida, que posteriormente fue publicada en Bulgaria por la Universidad de Sofia. Prácticamente desde que visitó la Antártida por primera vez, comenzó a recopilar libros sobre historia de la exploración de aquel continente, así como a dar conferencias sobre el tema.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.